El mundo está cambiando rápidamente. La economía globalizada crea oportunidades, el desafío y la imprevisibilidad. Los grandes retos de la sostenibilidad y los cambios demográficos de la población requieren un nuevo pensamiento y la acción colectiva. A medida que aumentamos nuestra comprensión de la inteligencia y el comportamiento humano, sabemos más acerca de cómo podemos aprender de forma efectiva, y el valor de aprender durante toda la vida.
Mientras tanto, los jóvenes traen consigo la expectativa no sólo para sentarse y escuchar, sino para participar, interactuar y dar forma. Los últimos diez años han visto el estándar en la educación a mejorar, la calidad de los docentes de todos los niveles de mejora, y la inversión en edificios, tecnologías y recursos.
Sin embargo, en nuestro contexto, el cambio de los viejos modelos de educación nacidos de la era industrial no tiene mucho sentido. Si queremos ayudar a nuestros jóvenes a ser los adultos que necesitan para tener para prosperar en el siglo 21, no necesitamos sólo para adaptarse, sino para transformarla.
Es importante establecer nuevos principios que creemos deben informar sobre el desarrollo futuro de la educación para los jóvenes, en los que incluimos el aprendizaje de todo tipo, ya sea formal o informal, y si ofrecen las escuelas, colegios, universidades, centros de formación o en otros lugares. Tenemos que reconocer que la educación tiene muchos objetivos, debe fomentar la creatividad y la capacidad para el pensamiento independiente y crítico. Y todo esto será posible con la creación de la Escuela del Siglo XXI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario